ELECCIONES INESPERADAS
Mientras estaba haciendo en verano mi "propedeútica" en la UDEP en Piura, no notaba ningún cambio con respecto al colegio, tan solo que era una un plantel diferente. No me emocionaba ir a clases y la teoría me parecía muy convencional y sin finalidad alguna. Fue ahí cuando decidí que no era mi carrera y probé por medicina, una carera que miedo no elegí apenas terminé el colegio.
Al ingresar a la San Martín fue un total cambio, comprendí que ya no estaba en un colegio sino que estaba en un lugar para lo que quiero hacer el resto de mi vida, y le encontré un sentido de atención. Es así que iniciaron las clases de lenguaje y matemática, pero todo relacionado a la medicina y conforme las clases iban pasando quería entender más y mi gusto por quizás escribir un artículo científico más adelante, o querer la solución o una tabla de verdad se me volvió primordial.
Así fue como conforme las clases iban avanzado sabía que todas estaban relacionadas con un mismo fin en torno a lo que me dedicaría.
Química, fue algo muy nuevo para mí en comparación al colegio, y me esmeré por comprender
Un tema que acaparó mucho mi atención fue la Bioseguridad, y es que como futuros profesionales al servicio de nuestro entorno debemos protegernos utilizando barreras de protección y he ahí la importancia de usar correctamente nuestro uniforme, o medidas tan sencillas pero fundamentales como el lavado de manos, que es esencial para evitar contagios o patologías.
Finalmente me dio por mil actividades y cosas por hacer de una extensión impresionable, pero que cuando entiendes el valor de conocerlo el tiempo es un aliado. Uno escucha decir que esta carrera te absorbe, y con solo una semana puedo decir que los beneficios que te da son mayores a algunos sacrificios a realizar como una inversión de tiempo.
Solo queda seguir el transcurso de la semana esperando que iré a conocer de novedoso y en qué podré aportar con la mejor actitud posible.
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